Te voy a contar una historia…
Hará un mes aproximadamente, haciendo zapping tropecé por casualidad con el programa de Callejeros en la Cuatro; es un programa que me gusta bastante, por su estilo de comunicación y cercanía a las personas, pero que normalmente no suelo ver (no consigo cuadrar horarios :() pero esta vez pude aprovechar mi «aterrizaje zappero».
En esta ocasión hacían un recorrido por los bares de Sevilla, en el que adentraban al espectador en un mundo lleno de colorido, cargado de peculiares historias protagonizadas por las personas que, de una manera u otra formaban parte de cada uno de los rincones de esos bares. Resultaba curioso ver cómo cada bar tenía una personalidad única, en función de los gustos y preferencias de su dueño. Observando la decoración del bar te podías aventurar, como hacía el Dr. House, a sacar conclusiones sobre los hábitos, gustos y costumbres de sus propietarios y clientes: devotos, impíos, toreros, aficionados al fútbol, cantaores, bailaores, hijos, madres, abuelos… Tres mil bares en Sevilla, tres mil personalidades únicas y diferentes, tres mil historias.
Y a estas alturas de «mi historia» pensarás… ¿y qué tiene que ver todo esto con lo que es una red social?
Uno de los bares que visitaron los reporteros estaba decorado con todo tipo de fotografías, trofeos, banderas, bufandas del Betis. Me llamó la atención la respuesta que dio uno de sus clientes al que le preguntaron durante la entrevista: –¿por qué viene usted a este bar?, su respuesta fue: -Por que aquí encuentro todo a lo que soy aficionado.
La frase me hizo recordar que eso fue lo que me enseñaron a mi cuando empecé a interesarme por las redes sociales. Me dijeron que una red social no era facebook, ni twitter, ni linkedin, ni muchas de las que conocemos habitualmente en el mundo digital; me contaron que una red social era simplemente el bar de mi barrio, un lugar donde nos reuníamos personas con gustos comunes, donde compartíamos nuestras aficiones y hablábamos de ellas. Justo lo que dijo el cliente del bar futbolero de Sevilla en el reportaje de Callejeros: es un sitio en el que encuentro todo a lo que soy aficionado.
Si me preguntaran ahora qué son las redes sociales para mí, después de varios años trabajando en comunicación digital, ya no diría que son el bar de mi barrio, el bar se me ha quedado bastante pequeño.
He encontrado y conocido a personas en la otra parte del mundo que no hubiera podido conocer de otra forma, personas con afinidades comunes a las mías, me he reído con ellas, he cantado, creído, creado, compartido, criticado, colaborado, empatizado… He aprendido mucho de todas ellas, y seguiré conociendo gente maravillosa y aprendiendo de sus historias porque…
Como me dijo una vez (de forma acertada) una buena amiga, escritora y guionista, cuando le explicaba en qué consistía parte de mi trabajo…: -Silvia, ¡para ti las redes sociales son como un parque de atracciones!. Sí, es verdad, lo reconozco, disfruto como una cría ¡cuánta razón tiene! 🙂
Y ahora que ya sabes lo que son para mi las redes sociales, te hago una pregunta sencilla: ¿Qué son para ti las redes sociales?
Por cierto, aquí te dejo el enlace del reportaje de Callejeros sobre los bares de Sevilla, por si te apetece verlo (te advierto de que hay un montón de anuncios ;))
¿Redes sociales y bares de Sevilla??? buena combinación 😉
Lo vi hace tiempo (sabes que en Callejeros repiten mucho) y conozco ese bar, como tantos otros de Sevilla, tan curiosos como la idiosincrasia de sus clientes habituales.
Las redes sociales son, para mi, un arma de doble filo. Como bien dices en tu post, son una fuente de conocimiento (a veces mal enfocado, puesto que cualquiera habla de lo que sea sin saber realmente de qué habla…) e, indudablemente, una herramienta de comunicación, pero también puede ser de «incomunicación», pues por todos es sabido que con el desarrollo de internet y, por tanto, de las redes sociales, el uso (o abuso?) de ellas se ha convertido en un hábito que, muchas veces, desplaza a otros más naturales, enriquecedores y necesarios «para el alma» como es comunicarse en vivo y en directo, por ejemplo, en un bar. ¿Te has fijado que cada vez más gente en los bares pasan más tiempo mirando el móvil o la tablet que hablando con la persona que tienen al lado?.
Y luego está Google+ ¿realmente tiene el propósito de ser una red social como tal??? uf! con esta red si que tengo yo una relación especial de amor-odio, pero bueno, esa opinión la dejo para el próximo post 😉
Hola Irene:
Estoy de acuerdo contigo en que las redes sociales pueden llegar a ser, o en ocasiones lo son, un arma de doble filo. Existe mucha infoxicación y desgraciadamente no todo el mundo tiene las habilidades suficientes para ser capaz de llegar a la fuente de información, pero superado este «problemilla», se puede disfrutar bastante en el parque de atracciones, ¿no?
Y si, cada vez hay más gente «tableteando» en los bares, nos encanta compartir todo lo que hacemos, y eso sí que es un arma de doble filo porque en muchas ocasiones no se preserva la seguridad y privacidad.
¡Gracias por tu comentario! 😉