Una de las razones que me impulsó a tener un blog (aunque no actualice con mucha frecuencia) es que, entre otras cosas, permite comunicarte con los demás. De alguna manera tu propia experiencia y vivencias personales forman parte del aprendizaje de tu audiencia a través de la transmisión de conocimiento, son las que conectan con tus lectores y los atrapa en la lectura de tu historia.
Esta breve historia del mundillo 2.0 me la ha contado una persona muy allegada a mi a través de «wasap«. No tiene despercio:
Paseaba yo por el parque cuando pasaron cerca de mí tres niñas de no más de 12 años…
Una de ellas mira su móvil y le dice a sus compañeras…
-¡Fíjate! !Subí la foto de la trenza de no sé quien y ya tengo 4 «me gusta!
¡Total! ¡Viva la idiotez 2.0!
Lo que más me ha gustado de la historia es la frase final que añade el narrador que me ha servido para dar título a este post, todo un compendio de conclusiones y opiniones en tan sólo cinco palabras.
¿Y tú que opinas? ¿Hemos llegado al extremo de la idiotez con las redes sociales sobre todo en Facebook?